Uzbekistan formó parte de la URSS hasta su disolución en 1991, cuando obtuvo su independencia. La capital del país es Tashkent y fue la cuarta ciudad más grande de la antigua URSS después de Moscú, San Petersburgo y Kiev. Uzbekistan se encuentra ubicada en el interior de Asia central, por lo que es un país que no posee costa, de hecho, Uzbekistan y Liechtenstein son los dos únicos países del mundo que están rodeados a su vez por países que tampoco tienen costa.
Taskent no cuenta con un importante patrimonio monumental como el existente en las ciudades uzbekas de Samarkanda, Bukhara o Khiva, pero merece la pena visitar (si disponemos de tiempo) la madraza (universidad islámica) de Barak Khan y el colorido mercado de Chorsu.
Cercana a la frontera con Turkmenistán se encuentra la pequeña ciudad de Khiva, famosa por su enorme minarete inacabado. Khiva ha conseguido conservar hasta la fecha su casco histórico intacto y lo hecho manteniendo una arquitectura que está en armonía con el estilo tradicional, sin demasiadas referencias modernas. Además sus minaretes coloridos, sus barrios con casas de adobe, sus acogedoras murallas, sus mezquitas, sus madrazas de cúpulas azul turquesa y por supuesto sus gentes, nos trasladan temporalmente a los escenarios de las mil y una noches.
La famosa ruta de la seda era una antigua vía comercial terrestre que conectaba Roma con China, por ella fluían las míticas caravanas de mercancías, en las que se iban intercambiando los productos típicos de las distintas regiones que atravesaba. Gracias a esta ruta era posible que la codiciada seda de oriente llegara a occidente.
Por aquel entonces la seda solamente se producía en oriente y era un bien cuyo precio de mercado era más elevado que el del oro. El proceso de elaboración de la seda no es muy complicado; se crían los gusanos alimentándolos a base de hojas de morera, cuando estos están bien cebados se colocan en una especie de matorrales donde los gusanos crean una crisálida de seda. Antes de que se realice la metamorfosis, se recolectan las crisálidas, se cuecen en agua y se extrae la seda de dicha crisálida. Por supuesto, los pobres gusanos mueren por cocción prematura… Si alguna persona está en contra de la peletería, que no use tampoco seda, los gusanos sufren y seguro que mucho.
Las ciudades de Buhkara y Samarkanda se encontraban ubicadas en el corazón de la ruta de la seda y en ellas además convergían varias rutas secundarias. Las caravanas que hacían escala en estas ciudades amuralladas, las mercancías que se vendían en sus zocos, y por supuesto, los aranceles que se cobraban, hicieron que ambas ciudades prosperaran en gran medida.
El héroe nacional uzbeko es Timur (o Tamerlan), que a finales del siglo XIV conquistó gran parte de Asia central, llegando a ocupar ciudades como Delhi, Bagdad y Damasco. El poder de Timur fue tal, que el rey español en aquel entonces, Enrique III de Castilla, envío una embajada a Samarkanda para establecer relaciones con Timur con el objetivo de crear alianzas contra los turcos.
El embajador enviado a Samarkanda fue el madrileño Ruy González de Clavijo, quien relató su periplo por tierras uzbekas en un libro llamado “Embajada a Tamerlan”. El libro está escrito en castellano antiguo y es un poco complicado de entender, pero si a alguien le interesa y se atreve…Es curioso!
La capital del imperio de Timur se estableció en Samarkanda, actualmente la segunda ciudad del país. Todavía hoy se puede contemplar en sus monumentos la grandeza que esta ciudad vivió en su momento, y un ejemplo de ello es la fastuosa plaza de Registán con sus tres madrazas, el mausoleo de Timur, el cementerio de la ciudad, la mezquita de Bibi Khanum o el observatorio de Ulugbek.
En el siglo XV comenzó el declive de la ruta de la seda debido a la apertura de nuevas rutas marítimas que permitían el flujo de mercancías de una forma más rápida. Con ello, las grandes ciudades que se encontraban en el interior de la ruta permanecieron en el olvido durante siglos.
Por cierto, si alguien visita Tashkent, que no se aloje en el “Hotel Uzbekistan”, hay chinches en la cama y pulgas en las habitaciones.
Post realizado por Rubén
No me copies y si lo haces indica la referencia by artecarracedo
Rubén, me encanta como nos enseñas la diversidad de este mundo donde vivimos. Lugar curioso, por la lejanía del mar, su gente tienen que ser de una «pasta» especial. Las prendas de seda no me apasionan y después de leer lo de los gusanos «al baño maría» menos todavía. Suerte en tu nueva aventura, ya estoy deseando ver tus fotos. Bsos.
Buenas Montse,
La verdad es que la gente uzbeka es maravillosa…aunque en casi todos los viajes me encuentro con gente asi. Sobre los gusanos…lo digo en broma jeje. Es un mensaje solo para los antipeleteros que usan seda.
Gracias 😉
Si son animales pequeños no lo consideramos maltrato animal no sé hasta que punto lo tienen estipulado eso…
Ole,ole,ole … Muchísima suerte Rubén en tu nueva aventura … Cuídate mucho .. Ya te echamos de menos … No se qué vamos a hacer los miércoles …el post ? envidiable!
Nos ha dejado los deberes hechos, el pròximo miércoles habrá post
Gracias Ana. Acabo de aterrizar en Tel Aviv y manana cruzo la frontera para llegar a Sharm el Sheikh…la verdad que tengo unas ganas….
Un beso
Fantastico, ya nos vas contando. Cuidate mucho. Besossss
I really appreciate this post. I have been looking all over for this! Thank goodness I found it on Bing. You have made my day! Thanks again!
Thanks to you Francisco 😉