He buscado el origen de estos peculiares bastoncitos de navidad, y hay muchas teorías, su origen algunos se lo atribuyen a los franceses otros comentan que representa una vara que usa el pastor, un maestro de coro de la Catedral de Colonia los repartía entre los niños que asistían a la misa.
Otra teoría cuenta que un dulcero humilde tuvo la brillante idea de querer enseñar lo que representa Jesús para sus seguidores desde su nacimiento hasta la pascua; como parte de su creación determinó la forma de bastón para resaltar que es el Pastor y que su nombre comienza por «J» y es lo que se aprecia al girar este confite.
Escogió el color blanco para simbolizar la pureza de cómo fue concebido Jesús, las líneas rojas para mostrar todo lo que sufrió y llevó a su muerte y por último, las blancas, para decir toda la sangre que derramó. Sin olvidarse del sabor a menta, con la excelente idea de dar esa sensación de frescura y del frió invernal.
Lo que si es cierto, es que son preciosos y están riquísimos. 😉 Nosotros lo hemos hecho en forma de galleta, espero que os gusten.
Será cuestión de probarlos……………..si son divinos ¿ no ?
🙂 si mañana probamos a ver