
Si entendemos el verdadero amor como noble y precioso sentimiento, tendremos que refugiarnos en la familia, algún que otro amigo y un sinfín de cosas bellas que van desde la cultura, la naturaleza, lugar de nuestros orígenes………..
Existen otros “amores”, que abundan en un sermoneo, que no concuerda con sus obras. Algunos de ellos emparentados con la obra social digna, que debemos agradecer y agradecemos.
Otros, por el contrario, distan mucho de ser tales, por la tendencia a influir excesivamente en asuntos civiles de los que deberían estar ausentes. Amores que durante más de cinco siglos, en este sufrido país, se han empeñado en adoctrinarnos, incidiendo mucho más en propios intereses que en propiciar cauces pragmáticos con orientación a resolver problemas terrenales.
Hemos sido un país más obediente que todos aquellos otros europeos de quienes dependemos; los que no tienen cautela en calificarnos como los “bajitos” del sur; valiéndonos de poco o nada haber sido considerados reserva espiritual de Europa.
Nuestra sociedad está padeciendo una crisis económica y social que no afecta a todos por igual, y que buena parte de la misma ni siquiera la padecen. Son los que siguen percibiendo puntualmente sus rentas y están exentos de tributos. Ello pone en cuestión el tan manido amor al prójimo, habida cuenta de que dicha exención no es aplicable al maltrecho ciudadano, al que se dice amar.
Existen otros amores de gran cacareo y “amor patrio” devotos de la mentira y el embaucamiento, encargados de dinamitar el estado de bienestar, adoctrinando la educación, erosionando la sanidad, tanto por los deseos de privatizarla como por abandonar a su suerte a miles de profesionales de probada fama, a los que se dice “quererles” mucho, por tratarse de agentes activos en una medicina de primera línea a nivel mundial.
Otros muchos amores tienen que ver con la reforma laboral y el subyugarse a dictados internacionales, a los que adoramos, que han cometido el error de invertir en España de manera irresponsable y que ahora tienen al Estado como rehén de sus abusos.
Otros y otros y más, tienen que ver con nuestros bancos que empiezan a gozar de buena salud a costa del sufrido ciudadano. Amores también a una prima de riesgo barata, que tanto se jalea y que no es otra cosa que facilitar el cobro a los usureros y evitar la posible insolvencia por temores a que cuando haya un cambio de actores en el país disminuya la obediencia y se tenga que aplazar la consecución de un déficit público que nos abrasa, que es lo que se tenía que haber hecho, en lugar de asfixiar al ciudadano con tan brutales recortes.
Por todo ello y mucho más, no quiero ser fiel a ciertos «AMORES”. Buenos días amigos.
Jgg. 12/13
Post realizado por nuestro querido Tío José Gómez (artecarracedo)
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