Cuentan de un pobre granjero que tenía
el complejo de ser grano de trigo; de
esta manera, cuando veía una gallina,
salía despavorido. Familiares y amigos
trataron de persuadirle de su error pero
resultó en vano. De ahí que decidieran
ponerlo en manos de un siquiatra.
Tras el debido tratamiento que parecía
haber sido efectivo, le dice el siquiatra:
ahora ya sabes que no eres un grano de
trigo, verdad? Si señor, claro que lo sé.
Fue dado de alta y de camino hacia la granja
se tropezó con la dichosa gallina y otra
vez sale despavorido. Vuelta al siquiatra,
éste le dice: pero no sabes que no eres
un grano de trigo? Si señor, claro que lo sé,
PERO LA GALLINA NO LO SABE.
Jgg.
Post realizado por nuestro querido Tío José Gómez (artecarracedo)