Esta semana he vuelto de mis últimas vacaciones a Oriente Medio, donde he tenido la posibilidad de visitar la península del Sinaí en Egipto, las ruinas de Petra en Jordania, los territorios palestinos e Israel, aunque hoy solamente voy a detallar la parte referente a mi viaje en Egipto.
Para llegar a la península del Sinaí es posible volar en avión directamente a alguno de los aeropuertos de la península del Sinaí o bien realizando una escala en alguna otra ciudad egipcia, como puede ser El Cairo o Luxor. En mi caso, llegué a Sharm el Sheikh cruzando la frontera de Taba desde Israel, tuve que pagar a un taxista unos 40US$ para que me llevara a mi hotel en Sharm el Sheikh (230km) y pagar también la tasa de salida de Israel de 103 NIS.
Sharm el Sheikh es la ciudad más meridional y grande del Sinaí, antaño era un pequeño puerto pesquero que gracias al turismo se ha convertido en un gran enclave con muchísimos complejos hoteleros. Y es que sus costas, bañadas por el Mar Rojo, ofrecen al turista la posibilidad de contemplar uno de los mejores fondos marinos del mundo, tan espectaculares como la famosa Gran Barrera de Coral australiana.
La situación de inestabilidad política que vive actualmente el país ha mermado la afluencia turística, lo que ha provocado la caída de los precios de las habitaciones y podemos encontrar una habitación doble en un 4* por tan solo 40 € la noche. Yo desde luego, en los 4 días que pasé en Egipto no sentí en ningún momento peligro alguno, por lo que recomiendo visitar esta zona del país y aprovechar los precios actuales.
Una de las excursiones acuáticas más interesantes a realizar desde Sharm el Sheikh es la de la visita en barco a la isla de Tiran y el arrecife Gordon, donde en el año 1981 encalló un barco que sigue estando sobre el arrecife, corroído y desgastado por el salitre y los embistes de las olas.
Otra famosa excursión a realizar es la de el parque marino Ras Muhammad, donde podemos visitar los arrecifes de Yolanda o Shark y donde podemos realizar una introducción al buceo por tan solo 30€. En estos lugares con arrecifes tan espectaculares, no hay gran diferencia entre realizar esnorquel o buceo, resulta igual de impresionante verlo desde la superficie o a 15 metros de profundidad. De hecho, los colores van desapareciendo cuanto más profundo estemos, aunque la experiencia del buceo siempre resulta agradable y aún más cuando nunca se ha realizado.
Tras pasar 3 noches en Sharm el Sheikh, me dirigí hacia el norte para ascender por la noche el monte Sinaí, celebre porque en él dios entregó a Moisés los 10 mandamientos. El objetivo era contemplar el amanecer desde su cima. El ascenso comenzó a las 1:30 de la mañana con muchísima pereza por mi parte, tras dos horas de caminata y el ascenso de 750 escalones de piedra en la parte final del trayecto llegamos a la cumbre. Había leído que el amanecer es maravilloso desde su cima, pero justo el día que subí yo, estaba nublado y la verdad que después de la paliza que me dí a esas horas de la noche casi me da un mal al ver la mierda de amanecer, jeje. Pero en fin…otra vez será…
El descenso, evidentemente, fue mucho más agradable y a los pies del monte Sinaí pudimos visitar el monasterio ortodoxo de Saint Catherine, que es unos de los monasterios más antiguos que todavía hoy siguen en uso. Y es que este monasterio, se construyó en el siglo VI justo donde Moisés vio la zarza ardiente. De hecho, hoy en día esa misma zarza sigue estando en el monasterio, eso sí, actualmente os confirmo que se encuentra en estado apagado (para más info sobre el encendido de la zarza, preguntar a dios…)
Mi última visita en el Sinaí fue a Dahab. Este pequeño pueblo pesquero se encuentra ubicado a unos 140Km al norte de Sharm el Sheikh y a diferencia de esta no cuenta con sus enormes complejos hoteleros, el ambiente es más de mochilero o de pequeño hotel, con chiringuitos rodeando la costa, a mi desde luego me resultó bastante más encantador.
Dahab es famoso porque en sus costas se encuentra el Blue Hole, que es un muro de arrecife con forma circular a tan solo 10 metros de la costa, que tiene en la profundidad un arco que permite el acceso desde el interior del círculo a mar abierto. Y es que este punto de buceo, es uno de los más peligrosos del mundo y prueba de ello es que cuenta con la mayor siniestralidad del mundo. El gobierno egipcio ha confirmado la cifra de 40 muertes en accidentes de buceo pero se estima que el número pueda incluso llegar al centenar.
Yo como no tengo el certificado de buceo me tuve que conformar con hacer esnorquel en el Blue Hole, y la verdad que no me extraña que sea uno de lugares más famosos para hacer buceo ya que el coral aquí es excepcional, las paredes de coral que llegan hasta los abismos están cubiertas por corales de todos los colores que sirven de cobijo a las múltiples especies de peces existentes en la zona. Verdaderamente es digno de ver.
Post realizado por Rubén
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